Como siempre, las relaciones amorosas enfrentan el presente con el pasado y el conflicto se hace inevitable.
En esta novela, la protagonista, Felicitas Andrade, se empeña en la búsqueda vital de sus propias raíces a fin de superar inseguridades y desamparos; la memoria hurga en el pasado para fundar el futuro.
Nuestra heroína cree que una vez develada la maraña original, recobrará el mundo propio y asumirá, aún peligrosamente, su destino.
Vuelta a su casa natal, reivindica el reino fascinante y misterioso de su infancia.
El lugar, todavía agreste y cerril como ella lo recuerda, es semillero de historias domésticas, míticas y heroicas.
La alegre banda de amigos snobs que irrumpe en su retiro de exploración, conforma el coro que canta las loas al tiempo que prosigue, mientras ella habita empecinada en el ayer, donde gravitan oscuras fuerzas y enigmas ancestrales.
Así, en contrapunto armonioso entre el humor y el drama, María Esther de Miguel construye una magnífica novela que avanza engarzando el pasado y el presente, la realidad y la ficción, para armar una historia donde los grandes vencedores son la vida y el amor.
Esta novela, cuyo nombre original fue Espejos y daguerrotipos ganó en 1980 el Primer Premio Municipal y el Premio de Cultura de la Provincia de Entre Ríos.(Contratapa).

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